¡El ETF de oro de mi cartera ha subido un 34% en lo que llevamos de año! ¿Qué hago ahora?

En el post sobre el estado de mis inversiones tras el tercer trimestre, ya comenté que en el último trimestre este ETF había subido un 11% y que ya había llegado prácticamente al objetivo de que supusiera un 10% de mi cartera.

Hace un par de días entré en Morningstar, que es donde hago el seguimiento de mi cartera, y ví que el porcentaje ya había pasado el 10%. En principio cumplir los objetivos está bien, el «problema» es que ha sido demasiado rápido. «¡Bendito problema!», dirá alguno, y quizás no le falte razón, pero si algo he aprendido en los años que llevo invirtiendo en fondos es que puede haber momentos muy duros en los que todo baja y parece que se acaba el mundo, y momentos de euforia en los que los fondos suben mucho más de lo esperado sin saber por qué; pero al final, en el largo plazo, el comportamiento suele tender a la media, lo que significa que a lo largo del tiempo se suceden ambas situaciones: Bajadas y subidas. Y hay que aprender a no caer en la euforia cuando ganamos más de lo esperado, ni caer en una depresión cuando parece que todo se va al garete.

He dicho que mi objetivo era llegar a tener un 10% de mi cartera en oro, pero lo que no he dicho es el por qué. En este post intentó explicar por qué invierto parte de mi cartera en oro y por qué en este porcentaje. Hay sobre todo dos razones:

  • Porque estadísticamente se puede ver que una cartera con entre un 10 o un 15% mejora su rendimiento a largo plazo.
  • Porque protege contra el riesgo de secuencia de retorno, comportándose mejoren momentos de caídas, de media, que el resto de activos

En el post que he indicado más arriba, hago referencia a una web en la que se hace este análisis. Primero muestra cómo se comportan distintos activos (acciones, bonos, bonos a corto plazo y oro) en años con caídas muy grandes en la bolsa:

Se puede ver que, excepto en 1980, el comportamiento es siempre mucho mejor, aunque con una gran variabilidad. Después compara una cartera con 75% en acciones y 25% en bonos con varias carteras en las que va añadiendo oro en incrementos del 5% y reduciendo en el mismo porcentaje las acciones. Este es el cuadro resumen:

Con un 10 o 15% de oro aumenta el porcentaje que podemos retirar de nuestra cartera cada año sin quedarnos sin dinero, y se reducen las probabilidades de que falle la regla del 4%.

Me preocupa un poco el hecho de que en estos últimos años el oro se esté comportando prácticamente igual que las acciones globales. Para el que se no se lo crea, pongo aquí un gráfico en el que se compara el comportamiento del ETF de Oro físico (azul) con fondos de renta variable global (verde) y renta fija global con divisa cubierta (marrón) a 10 años. El fondo de renta variable que yo uso solo tiene histórico desde 2018:

Pues parece que hay mucha correlación entre oro y renta variable, ¿no? De hecho, si me centro solo en el periodo en el que he empezado a invertir en oro (desde abril de 2021), el oro se ha comportado mejor que la renta variable:

No creo que este comportamiento vaya a continuar en el futuro, por mucho que me hablen sobre riesgos geopolíticos, la deuda infinita de los estados, de países acumulando reservas de oro… Al final, lo más probable es que todo vuelva a la media y que el oro siga comportándose como una protección contra momentos de crisis, así que este es mi plan para el futuro:

  • Tengo algo de liquidez acumulada, por el dinero que no he invertido en el ETF de oro desde Febrero. Voy a esperar hasta fin de año antes de tomar una decisión, pero si sigo con un porcentaje alrededor del 10% en oro , dedicaré ese dinero a los fondos de renta fija o renta variable, según cuáles estén por debajo de su porcentaje objetivo.
  • Si en Enero sigo con estos porcentajes en oro, continuaré sin hacer aportaciones al ETF de oro y modificaré mis aportaciones periódicas a renta fija y renta variable para incluir la cantidad que no invierta en oro.
  • Si en algún momento el porcentaje en el ETF de oro cae por debajo de lo que tenía previsto, haré alguna aportación puntual para volver al objetivo. Este objetivo era llegar al 10 % en cuatro años (abril 2025). Por este motivo podría necesitar modificar mis aportaciones periódicas a fondos de renta fija y renta variable, pero tampoco quiero precipitarme porque entre los fondos puedo rebalancear sin pasar por Hacienda, pero no puedo pasar dinero de fondos a ETF o al revés sin hacerlo.
  • Si el porcentaje de oro en mi cartera siguiera subiendo, no haré rebalanceo para pasar parte de la inversión a oro a renta fija o renta variable. El motivo ya lo he dicho en el punto anterior: No se puede hacer traspasos de ETF a fondos, así que me tocaría vender ( y pagar impuestos por una buena prusvalía) para poder luego comprar el activo que sea. En principio solo sacaré dinero del ETF de oro físico cuando lo necesite para cubrir mis gastos.

En resumen: Mantener la calma, seguir el rumbo sin hacer grandes cambios, y reaccionar en caso de que sea necesario, pero siempre después de un tiempo de pausa y reflexión.

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