En la sección Objetivos explico cuales son los puntos fundamentales a la hora de definir un objetivo, y uno de ellos es que sea REALISTA y otro que sea ALCANZABLE. Ya he explicado que yo no me plantearía desde un inicio alcanzar la independencia financiera, porque puede verse como un objetivo inalcanzable y por lo tanto podríamos abandonarlo antes de tiempo.
Mi punto de vista es que lo primero que hay que hacer es ahorrar para tener un colchón financiero e inmediatamente después, o a la vez, empezar a invertir. En esta primera etapa no me pondría como objetivo alcanzar la independencia financiera, solo ir hacer creciendo la inversión Lo que sí que creo que es conveniente es tener una idea de cuánto puede costar alcanzar la independencia financiera, y para eso lo mejor es hacer algunos números.
Es difícil dar una cantidad de dinero que es necesario acumular para alcanzar la independencia financiera, porque hay muchas variables que voy a resumir aquí debajo:
- La edad: Hay una diferencia ENORME e entre empezar a los 20 años o a los 50 años. Si hacemos una simulación empezando a los 20 años con una tasa de ahorro del 10% de nuestros ingresos,y en unas determinadas condiciones de rentabilidad, inflación, incremento de sueldo, etc, alcanzaríamos la independencia financiera a los 61 años. Sin cambiar ningún otro parámetro, pero empezando a los 30, 40 o 50 años, se necesitan tasas de ahorro del 20%, 36% y 62% respectivamente para alcanzar la independencia financiera a esa misma edad.
- Ingresos y gastos: Yo voy a hablar de tasa de ahorro; este valor es el cociente entre ingresos-gastos e ingresos, así que para aumentar la tasa de ahorro o se aumentan los ingresos sin aumentar los gastos, o se reducen los gastos. Ya he hablado de la importancia de tener un control de gastos, pero sin llegar al extremo del «lonchafinismo»: Si para alcanzar la independencia financiera hay que recortar gastos y esto nos hace sentirnos desgraciados, lo mejor será olvidarse del objetivo de la independencia financiera y plantearnos simplemente ahorrar la cantidad que nos sea posible. Quizás en un futuro cambien nuestras circunstancias y podamos volver a plantearnos este objetivo.
- Capital invertido actualmente: Puede que estemos empezando desde cero, pero también puede ser que tengamos la suerte de tener ya una cantidad invertida y que nos acercará a nuestro objetivo.
- Incremento medio anual del sueldo: Este valor es muy difícil estimarlo, en el peor de los casos puede ser que nuestro sueldo suba por debajo de la inflación. También puede ser que acabemos de empezar nuestra carrera profesional y entonces lo previsible es que haya una evolución salarial por encima del IPC, sobre todo en los primeros años. Yo suelo usar un valor igual a la inflación estimada, que ahora estoy suponiendo que será del 3%.
- Inflación media anual: No hay que volverse loco con este valor, ya que estamos haciendo una estimación a largo plazo; yo uso un 3%. En el pasado ha sido menor durante bastantes años, pero en los últimos ha sido superior. Como media para una estimación de este tipo, un 3% me parece correcto.
- Rentabilidad anual media de las inversiones: Este valor dependerá de vuestro perfil de inversor y de en qué invitarais. Yo ya he comentado que mi objetivo es un 6.5%, y que estoy por debajo de mi objetivo. Habrá gente que dirá que lo mejor es invertir el 100% en el SP500, que ha dado un 10% anual desde el inicio. Y otros que preferirán invertir en letras del tesoro.
- Tasa de retiro: Yo utilizo un 4%; es decir, el día que alcance la independencia financiera, retiraré un 4% anual del capital acumulado, y cada año actualizaré este valor con la inflación. La realidad es un poco más complicada, pero este es el valor que uso en las simulaciones.
Ya he recomendado antes la calculadora de independencia financiera de la hormiga capitalista. Metiendo los valores que os he indicado más arriba, os podréis hacer una idea de lo que podéis esperar para el futuro, aunque debéis tomarlo solo como una referencia: Hay demasiadas variables, y demasiado poco \»claras\» como para tomarnos el resultado como una verdad absoluta.
He mirado en EPdata cual es la tasa media de ahorro en España y es del 17.3% en el último trimestre del 2023. He supuesto que una persona necesita 18000 euros para vivir, así que para poder ahorrar el 17.3% tendría que ganar 21800 euros netos.
Aunque es bastante irreal vamos a suponer que esta persona tiene 20 años, 0 euros ahorrados, que tanto sus actualizaciones de sueldo como la inflación van a ser del 3%, que es algo conservador, y que espera una rentabilidad de sus inversiones del 6.5% y que retirará sus fondos según la regla del 4%. Con estos datos alcanzaría la IF a los 53 años. Si aumenta su rentabilidad al 10% porque es joven y puede asumir más riesgo, alcanza la IF a los 46 años.
A este último resultado le veo un par de pegas: Es posible que con 20 años podamos tener más riesgo en las inversiones, pero a medida que pase el tiempo, se debería reducir el riesgo y por tanto el porcentaje de renta fija en la cartera. También deberíamos plantearnos si alcanzamos a independencia financiera a los 46 años si la tasa de retiro del 4% es demasiado alta: La regla del 4% se definió para que una cartera no se agotara en 30 años retirando un 4% anual de la cantidad inicial y aumentando esta cantidad cada año con la inflación, quizás retirándonos con 46 años asumimos demasiado riesgo si nuestra cartera se puede agotar a los 76 años. Tampoco es seguro que vaya a suceder, pero yo quizás reduciría un poco la tasa de retiro, lo que hará que haya que trabajar algún año más.
Con los mismos datos de antes, pero con una persona de 30 años, se alcanza la IF con 63 años con una rentabilidad de las inversiones del 6.5%, y con 56 años con la rentabilidad del 10%. Ninguna sorpresa, son exactamente la misma cantidad de años, solo que si se empieza diez años más tarde, se alcanza el objetivo 10 años más tarde. Si esta misma persona quisiera alcanzar la IF con la misma edad que la de 20 años, necesitaría tener un sueldo de 26500 euros anuales netos en vez de 21000 (tasa de ahorro de un 30%).
En resumen: Hay que empezar cuanto antes por dos motivos:
- Cuanto más jóvenes seamos, más riesgo podremos asumir en la cartera, y eso reducirá el número de años necesarios de interés compuesto para alcanzar el objetivo.
- La fecha de jubilación, en teoría, no se mueve, así que cuanto más tarde empecemos, menos años nos quedaran para la jubilación. Y ya he mostrado más arriba el efecto de componer menos años: De necesitar una tasa de ahorro del 10% para alcanzar un objetivo empezando a los 20 años pasamos a un 20%, 36% y 62% si empezamos a los 30, 40 o 50 años respectivamente.
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