Objetivos

Es muy probable que en vuestra carrera laboral, en cursos o durante vuestros estudios hayáis oído hablar de la metodología SMART para definir los objetivos. Los objetivos SMART son una metodología para definir objetivos de manera efectiva. El acrónimo SMART se compone de las siguientes características clave:

  1. Específicos (Specific):
    • Los objetivos deben ser específicos y dirigirse a una meta concreta. No se trata de metas generales, sino de lograr un objetivo específico en un contexto particular.
    • En mi caso, mi objetivo es alcanzar la independencia financiera, pero ¿cómo convierto este objetivo en algo específico? Pues no es fácil, porque si os ponéis a investigar un poco, veréis que hay todo tipo de propuestas. Una de las más comunes es la regla del 4%, muy popular entre las personas que buscan la independencia financiera. Consiste en acumular una cantidad de dinero que nos durará 30 años si retiramos el primer año un 4% y el resto de los años esa cantidad incrementada en la inflación. De manera inversa, se podría decir que si nuestros gastos anuales son X euros, necesitaríamos 25 veces esos gastos para retirar X euros el el primer año y esa cantidad incrementada por la inflación el resto de años.
    • Aquí pongo algunas de las críticas a la regla del 4%:
      • Está hecha invirtiendo en el mercado americano y teniendo en cuenta la inflación y los datos históricos de Estados Unidos.
      • Hay que tener en cuenta inflación e impuestos. Si este año hemos tenido unos gastos de 20000 euros, no nos podemos poner de objetivo acumular 500000 euros, porque si tardamos 20 años en conseguirlo, esos 500000 euros de dentro de 20 años tienen mucho menos valor que ahora. Además, si nuestros gastos son de 20000 euros, tenemos que tener en cuenta que cuando retiremos esos 20000 euros, incrementados con la inflación, Hacienda va a querer su parte.
      • Los datos del futuro no tienen por qué replicar los del pasado: Aunque el estudio en el que se basa esta regla tiene en cuenta un periodo muy amplio, y se queda con el peor periodo de 30 años para definir el 4% como la retirada menor con las que se asegura que no nos quedemos sin dinero después de 30 años, esto no garantiza que en el futuro no pueda haber turbulencias en el mercado mayores de las que hubo en el pasado.
      • El estudio se basa en los rendimientos del mercado, pero los activos que elijamos puede que no se correspondan con estos. Además, los fondos, por ejemplo, también tienen unas comisiones anuales que también hay que tener en cuenta.
    • Mi recomendación sería:
      • No obsesionarse con alcanzar la independencia financiera: Nos puede frustrar y hacernos abandonar nuestro objetivo.
      • En los primeros años ponerse un objetivo basado en nuestra capacidad de inversión y en la rentabilidad esperada de la cartera que hayamos elegido.
      • Ajustar el objetivo periódicamente en función de las circunstancias. Lo normal será que la capacidad de ahorro aumente a lo largo de los años, la rentabilidad esperada de la cartera también puede cambiar si modificamos su composición.
  2. Medibles (Measurable):
    • Los objetivos deben ser medibles. Debes poder cuantificar el progreso hacia su logro. Esto te permite evaluar si estás avanzando en la dirección correcta.
    • Si hemos definido nuestro objetivo de acuerdo al punto anterior, medir nuestro desempeño debería ser tan fácil como llevar un registro de cual es nuestro objetivo cada año y el resultado obtenido. El resultado es fácil controlarlo a través del comercializador de los fondos, pero yo recomiendo hacerse un Excel sencillo en el que vayamos anotando nuestros resultados y podamos compararlos con lo previsto.
  3. Alcanzables (Achievable):
    • Los objetivos deben ser alcanzables. Es importante que sean realistas y factibles dentro de tus capacidades y recursos disponibles.
    • Este punto es fundamental, por eso he recomendado que en los primeros años se ponga un objetivo basado simplemente en la cantidad de dinero que se pueda invertir y en la revalorización esperada. Si nos ponemos como objetivo, por ejemplo, tener 500000 euros dentro de 10 años y solo podemos ahorrar 3000 euros al año, es obvio que no lo vamos a conseguir si tenemos unos rendimientos normales.
  4. Realistas (Realistic):
    • Los objetivos deben ser realistas. Considera si es posible alcanzarlos dadas las circunstancias y limitaciones.
    • Este punto está muy ligado con el anterior. Yo he puesto un ejemplo muy evidente de lo que no es un objetivo alcanzable, pero también es verdad que el interés compuesto hace maravillas, y os podéis sorprender de lo que se puede llegar a conseguir. Si queréis analizar distintos escenarios con vuestros ingresos, gastos, rentabilidad, inflación, etc, os recomiendo que uséis la calculadora del blog de La Hormiga Capitalista.
    • Yo he hecho una simulación para una persona nacida en el año 2000, con 1000 euros invertidos y que invierte 2000 euros al año. Me ha salido que necesita 42 años para alcanzar la independencia financiera, pero ese no es el punto importante: Como he dicho, en los primeros años no habría que plantearse la independencia financiera, ya que seguramente tendremos otros objetivos: Ahorrar para una vivienda, vida en pareja, hijos, viajar… Lo importante es crear el hábito del ahorro y la inversión. Iremos ajustando nuestro objetivo a lo largo del tiempo, previsiblemente acercando el momento de la independencia financiera.
  5. De duración limitada (Time-bound):
    • Los objetivos deben estar acotados en el tiempo. Establece un plazo para su logro. Esto te ayuda a mantener el enfoque y la urgencia.
    • Este es el único punto con el que para este caso concreto no estoy de acuerdo: Nuestro objetivo, desgraciadamente, va a ser a largo plazo, y al comienzo ni siquiera estará acotado en el tiempo. Sí que acabara teniendo un límite, porque si llegamos a la jubilación sin alzanzar la independencia financiera, lo normal es que nos olvidemos de invertir y nos dediquemos a disfrutar del capital que tanto nos ha costado acumular.
Calculadora IF en La Hormiga Capitalista